jueves, 26 de julio de 2012

LLanes, de mar y montaña

Si hay un sitio donde el mar se acerca a la montaña es el extremo oriental de Asturias. Y uno de los pueblos enseña de la zona es Llanes. Cada vez más descolorido su carácter por un turismo masivo, acercarse hasta aquí fuera de temporada (casi prohibido en agosto) es una recomendación que no hay que dejar pasar.
Hay múltiples excursiones para realizar: culturales (Casona del indiano en Colombres, cuevas prehistóricas de Tito Bustillo o el Pindal, ídolo de Peña Tú, el conventín...) de naturaleza (lagos de covadonga, el mirador del fito o cualquier ruta por los Picos de Europa) o para disfrutar del mar (playas idílicas como Torimbia o Ballota, el mirador de La Boriza).
Exterior de la sidrería El Almacén
Hay que pasear por Llanes, descubriendo las murallas, antiguos palacios o trazas medievales en las casas que conforman el casco antiguo. Asomarse al puerto y buscar colores en los cubos de la memoria de Ibarrola. O recorrer el paseo de San Pedro para admirar la villa escoltada por la sierra del cuera y girarse encontrando el mar .
Para curiosear, las múltiples tiendas de ropa de la calle mayor o Muñequita de Trapo al lado del puerto con un estilo más naif. Cómo no, fisgotear en la ferreteria Delgado, a la entrada de la calle mayor, con objetos de decoración y hogar con mucho estilo.
Interior de La Barrica Rica

Inexcusable, tomar unos culines de sidra, por ejemplo en La Casona (Plaza de la Magdalena) o en el Cuera (Plaza de Parres Sobrino). Si prefieres una cerveza, lo tienes más complicado. No las ponen mal en el gastrobar La Barrica Rica (C/Manuel Romano), la Vinatería El Castillo o en el pub irlandés Slointa (C/Marqués de Canillejas). Una pena el cierre de la sidrería Macram, con unas vistas estupendas y césped para nuestros pies, aunque el Balandro, en el puerto, cumple esas dos condiciones.

Entrada a la sidrería L´hoyu del agua





Comer bien en Llanes no es tarea fácil, abundan los sitios de escasa calidad. Tienen fama entre los locales Casa Poli en Puertas de Vidiago o las setas de El Almacén, al lado de la torre medieval llanisca. No defrauda el Jornu, en Pancar, con buenos pescados y carnes y un auténtico descubrimiento es El Retiro (también en Pancar), con unas croquetas inolvidables y una materia prima de excelente calidad. Mencionar L´Hoyu del agua en Puertas de Vidiago, con comida correcta con el plus del toque retro y romántico de su decoración.
Terraza El Balandro
Como alojamineto, elige La Posada del Rey en el meollo del pueblo, y si quieres tranquilidad El Arpa de hierba en La Pereda. No se puede dejar Llanes sin hacer alguna compra gastronómica, Aramburu (Pza Parres sobrino) o Casa Buj están bien provistos: queso (Gamoneu, Los Beyos o Casín son nuestras apuestas, pero tienes muuuchos), anchoas de ballota, fabes verdinas, miel, orujo, embutido de jabalí o ciervo...
Y si eres goloso, pásate por alguna pastelería y cata algún postre típico como las glorias de Llanes (yemas), los suspiros (viva la mantequilla¡) y sobretodo las casadielles y los carbayones...
De rechupete¡
Por Merche
En la playa..

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