viernes, 15 de marzo de 2013

Malé ¿otra isla?

Malé, la capital de Maldivas, es una ciudad densamente poblada, más de 100.000 personas en menos de 6 Km2 y el centro de este país hecho de islas. Malé es otro atolón, pero completamente diferente del resto. No tiene nada que ver con los resorts y el turismo, es el centro financiero y administrativo, sin ninguna playa natural y una manera de acercarse al día día de los maldivos.
Playa artificial en Malé
 Desde el aeropuerto, llegar a Malé es sencillo, hay que coger el ferry el número 9, que zarpa cada 10-15 minutos y te deja en la calle principal, Boduthakurufaanu Magu, en 15-20 minutos.
Desde esta calle, puedes llegar a la playa artificial de Malé, al sitio donde surfean cada tarde los jóvenes o hacer compras en las calles más comerciales, todo está a un paso.

Surfeando en Malé
Si te alojas aquí, te recomendamos, dos bed&breakfast: Cerulean view en G. Kaanihiyaa, Ameenee Goalhi, (sus dueños son simpáticos y te ayudarán en todo) y Sala Boutique Hotel (Buruneege).
  
No te pierdas la mezquita antigua, lo más bonito de Malé, escoltada por las tumbas del cementerio antiguo. Un pedacito de historia en una ciudad joven y dinámica.

Tumbas en la Old Mosque

Una visita imprescindible son sus mercados, tanto el mercado local, donde las frutas tropicales se pelean con las especias y el paisanaje que acude a hacer su compra cotidiana, como el mercado de pescado, justo enfrente. Aquí, encontrarás atunes de tamaño kilómetrico y entenderás por qué es el rey de los muchos peces que se capturan por aquí. Además resulta pintoresco asistir a la subasta, donde se fijan los precios de la captura del día.
Local Market
Fish market
Si quieres un souvenir típico, huye de las baratijas de las calles comerciales y hazte con unas barritas de chocolate maldivo, en definitiva, coco envuelto en una hoja de palma. Está buenísimo y no debería costarte más de 1-2 euros por barra en el mercado local.
Para comer o cenar, déjate caer por Jade, si lo que buscas es un buen pescado (Boduthakurufaanu Magu) y el restaurante Sala Thai  para algo más refinado y rollo oriental (dentro del hotel Sala).
Para hacer una pausa, Seagull (Fareedhee Magu) es un sitio agradable para tomar un  helado o un batido tropical...

Y para ver pasar los ferries mientras cae el sol, sin duda the Sea House es el que mejores vistas ofrece. Está justo encima de la terminal de ferries y suele haber bastante turista tomando platos de comida o un refresco.
 
Hay una pequeña pega, no encontrarás un mililitro de alcohol, eso sí, té en cantidades industriales y muchos zumos...Por algo, el país es islámico y tropical.
Si tienes un hueco entre vuelos, no dudes en asomarte a Malé, tiene su puntito.

Por Merche