jueves, 14 de noviembre de 2013

Jamón, jamón. La sierra de Aracena


Vista de Cortegana desde el castillo

La sierra onubense es el resultado de unir paisajes serranos, pueblos blancos, arquitectura natural y artística, acompañada de una gastronomía envidiable. ¡Que viva el cerdo!


Cortegana es uno de los pueblos blancos que jalonan la sierra. Es un pueblo precioso, ideal para establecer como sede del recorrido. El castillo y el trazado de sus calles merecen una visita. Luego, se puede hacer una parada en el supermercado Spar de la localidad, ya que vende chacinas del grupo MICSA afincado alli que reúnen buena calidad y precio ajustado.

A escasos 6 km está Almonaster la Real, cuya mezquita bien merece una visita..

Mezquita de Almonaster

Aracena es el centro de la sierra y donde se sitúa la gruta de las maravillas, un espectáculo natural que no conviene perderse. Antes o despúes , hay que pasar por el restaurante José Vicente, una oda al cerdo en todas sus versiones. Imprescindible y a buen precio.
Exterior del restaurante
Otros pueblos para perderse: Alájar, Linares de la Sierra, Galaroza...Todos merecen una visita y hay mil versiones de cúal es el más bonito.
La Casona del duende en Alajar, recién inagurada, como ejemplo de las casa rurales que hay en la zona o La Casa Noble en Aracena son sitios para alojarse que ofrecen un plus. Pero no los únicos..

Minas del Río Tinto

De camino a la playa, la parada en las minas del Río tinto es inexcusable. El paisaje es fascinante..
Por Susana...





martes, 12 de noviembre de 2013

Acompañando al río Piedras

El estuario del río Piedras en la provincia de Huelva es un destino de ritmo pausado lleno de luz, en el que la naturaleza y la cadencia de los días son los protagonistas. Relativamente poco explotado por el turismo, es perfecto como destino familiar aunque la posibilidad de excursiones o la animación nocturna hacen que sea también una opción para desconectar con tu pareja o amigos.

Vistas desde Luz de Mar
El pueblo de pescadores de El Rompido es la base ideal para recorrer la zona y para ver el atardecer desde alguno de los bares del atípico centro comercial El Faro con terraza de hierba asomando a la ría. Luz de Mar o El Panorámico son perfectos para contemplar la caída del sol con una cruzcampo.

Noche en Panoramico
Y para desayunar viendo el trajín de los los barcos, una tostada con tomate en Casa Blanca.
FlechaMar desde el diminuto puerto de El Rompido y Papalima desde Nuevo Portil son las compañías que fletan barcos que nos acercan a la lengua de arena que da a mar abierto, kilómetros ininterrumpidos de dunas que nunca se llenan y que permiten tener intimidad y disfrutar de un baño.


A los restaurantes de El Rompido, la mayoría con mesas sobre la arena de la ría, llega diariamente pescado y marisco fresco.
Restaurante en El Rompido
En Casa El Palo, el pescado a la brasa es inmejorable, aunque a decir verdad, todo está bueno. Se puede probar también el adobo de pez araña o los calamares del campo aparte del omnipresente choco..
Con un toque oriental, Horizontal Beach club es un sitio chic para tomar una copa o un cocktail mientras se contempla el río.
Marlin Blue
A pocos kilómetros en Nuevo Portil, el chiringuito de moda es Marlin Blue, con una decoración que no desmerece a sus vistas sobre el Atlántico. Y si quieres tapear, Raúl o Fran son buenas opciones. El Paraíso es un plan menos informal que nunca decepciona en un restaurante considerado de los mejores de Huelva.
Como alojamiento, nos gusta el hotel Golf Nuevo Portil, de pequeño tamaño, coqueto y relajado. En el Rompido tampoco falta oferta hotelera, aunque primen las cadenas hoteleras más impersonales y de gran capacidad.
Para terminar un consejo: disfrutar sin prisas...
Por Merche gracias a los mil consejos de Sonia, que por algo es de la tierra...

domingo, 8 de septiembre de 2013

Reykjavik, la bahía humeante


La capital más septentrional de Europa es una ciudad dinámica y divertida con un sorprendente movimiento cultural y mucha vida nocturna..

Para llegar desde el aeropuerto se puede optar por el Flybus, que sale 40 minutos despúes de cada aterrizaje o por alquilar un coche si pretendemos recorrer la isla. El taxi, sólo para bolsillos desahogados..

Laugavegur
El centro de la ciudad se recorre fácilmente andando. Lo ideal es alojarse en un lugar céntrico sin que la bulliciosa runtur, la ruta de bares nocturna, nos moleste el fin de semana. Aviso: el alojamiento no es barato y el alcohol decididamente caro, pero esto no nos debe de coaartar para disfrutar de la cerveza islandesa, como Viking, elaborado con un agua cristalina que le aporta un sabor suave e inconfundible.

Los Center Hotels no san baratos, pero tienen una buena relación calidad-precio y si vais en grupo o en familia, valorar alojaros en un apartamento, suelen estar impecables y hay variedad.

Kokka, tienda de decoración
En Reykjavik, hay que recorrer Laugavegur, la arteria principal, y explorar las calles adyacentes para asomarse a tiendas de diseño nórdico y tomarse un respiro en uno de sus cafés de impecable diseño. Las casas contrachapadas de colores y de escasa altitud dotan a Reykjavik de un delicioso aire entre rural y hipster.

También habrá que asomarse al lago Tjörnin y a la plaza del Alpingi, el parlamento islandés. Y ver cómo se extiende la ciudad desde el campanario de la iglesia de Hallgrimskirkja.

Y para un día lluvioso, el Museo Nacional de Islandia es una buena opción.



 A la hora de elegir un restaurante, nuestra debilidad es apostar por el marisco o el pescado. Rub 23 es un  japones que nos encanta: el sashimi es espectacular y la tempura de verduras es la mejor que hemos probado..

Humarhusid

Como lugar elegante y retro, destaca Humarhusid, con un estupendo marisco y Fridrick V une la cocina moderna con una materia prima de excelente calidad.


La escultura del barco vikingo y HARPA, el edificio de la ópera,  acompañan el paseo que se asoma a la bahía. Con un día es suficiente para hacerse una idea de la ciudad, pero es buena opción alojarse aquí si se tienen pocos días y se pretende conocer los alrededores. El Círculo Dorado,el parque nacional Vatnajökull o la península de Snaefellsnes son destinos ideales para ver en un día y volver a Reykjavik.


Bar Bravó



Por Merche

martes, 20 de agosto de 2013

Azoteas&Atardeceres en Madrid

Antes de que se nos vaya el verano y Madrid retome el pulso frenético, hay que asomarse a alguna de las azoteas de la capital y disfrutar de las vistas acompañados de un buen cóctel o una cerveza helada. Agosto y septiembre son los meses con los atardeceres más bonitos del año y es una buena compensación para los que hayan vuelto de vacaciones...Habrá quien prefiera una u otra, pero ahí va nuestra selección:
Atardecer desde el Círculo de Bellas Artes
 



1-Círculo de Bellas Artes:
Las vistas más espectaculares de Madrid. Abarca toda la ciudad, con la sierra por un lado y la llanura manchega por otro..Este año, se ha inagurado un bar-restaurante, Tartan Roof Top, que en poco tiempo se ha convertido en el sitio de moda. Reza para que no haya colas y poder despedir el día desde aquí, un plan que roza la perfección. La entrada son 3€ y siempre se puede echar un vistazo a alguna exposición interesante y a la cafetería art-decó de la planta baja.

Terraza Urban

2- Urban (Carrera de San Jerónimo, 34): El hotel es una pasada en decoración, estilo y ambiente. Su terraza está a la altura: SUPERCHIC...

Oscar Room Mate

3-Oscar Room Mate (Plaza Vázquez de Mella, 12): Te permite un baño hasta las 18:30 cuando el calor aprieta (20€ si no estás alojado) y su estética minimalista casa a la perfección con el toque chill-ut de los cojines en el suelo.

Noche en Ada Palace







4-Ada Palace (Gran Vía, 2): Glamourosa y con unas vistas de infarto, perfecta para un mojito y para impresionar. Los edificios de Gran Vía al alcance de tu mano..
 









5-ME Hotel Santa Ana (Plaza Santa Ana,12): Toda una institución, en una plaza cañí y con mucho sabor en el centro de Huertas. De las más concurridas..¿Quién se resiste?

ME Hotel Santa Ana
Ático De Las Letras









6-Ático De Las Letras (Gran vía, 11): Recoleta, con una decoración cálida y  un toque de frescor verde. En un hotel del siglo XIX restaurado con mimo y mucho gusto. 






7- Palacio de Cibeles (plaza de Cibeles): En la sexta planta del ayuntamiento de Madrid ha abierto este año, una terraza mirador con unas vistas preciosas de la plaza. La pena es que sólo unas pocas mesas se asoman a la plaza, desde el resto ni se intuyen las vistas.
Vistas desde el Palacio Cibeles
8-Terraza San Antón: En lo alto del mercado, perfecta para calentar motores antes de tomar unos pinchos en Víctor Montes, en la primera planta del mercado, o dedicarse un homenaje en la cocina de San Antón con los productos que antes hayamos seleccionado en el mercado.
Terraza San Antón


9- Hotel Emperador (Gran Vía,53): El acceso es gratis si te alojas, en caso contrario, acceder a la terraza y a la piscina oscila entre 33 y 44€ (fin de semana). También sirven comidas.Para un lujo...

Y para algo más informal, pero para nada exento de encanto, El viajero en La Latina o Casa Granada en Lavapies,sitios perfectos para calentar motores antes de perderse de marcha..

Por Susana

Piscina en la azotea del hotel Emperador





lunes, 12 de agosto de 2013

Islandia, de hielo y fuego

La isla más septentrional de europa, la más aislada y misteriosa, la mítica Thule...Para recorrer esta isla se necesitan cierta dosis de aventura, gusto por lo extremo y una pizca de humor, intentaremos desgranarla poco a poco.
Para empezar, es un destino especial, no apto para todos los gustos, pero su naturaleza impactante, sus paisajes magnéticos y la fuerza que irradia el país, bien merecen una visita. Además es un destino absolutamente seguro y los islandeses son corteses y educados en extremo. Todo esto se acompaña de un tiempo inclemente, con viento, frío y lluvia incluso en verano, un territorio poco habitado en el que la desolación se funde con la fuerza de la naturaleza haciéndote sentir insignificante y a la vez único. Un privilegio, sin duda.

Para llegar hasta Islandia, puedes optar por vueling que opera en verano desde Barcelona o por Icelandair desde Madrid. También hay salidas desde Alicante con Wow, compañía de bajo coste. Otra opción es hacer parada en Londres, Wow y Easyjet, vuelan a Islandia. Un buscador como skyscanner te ayudará, como siempre.
¿La mejor época para ir? Para iniciarse, el verano, sin duda, por las temperaturas más altas y la transitabilidad de las carreteras, aunque cuenta con que te lloverá. El invierno, con las auroras boreales tiene que tener su aquel, aún a riesgo de convertirte en carámbano.
En verano aún así, no se te olvide unas buenas botas de montaña, impermeable, forro polar, gorro y camiseta y pantalón térmico. Los vientos árticos no son calentitos precisamente.
En cuanto al tiempo a dedicarle a Islandia, es como todo, depende de tus gustos y de tu tiempo libre. Menos de una semana, personalmente nos parece escaso para hacerse una idea de la isla, entre 2-3 semanas sería lo ideal. Perso siempre se puede conocer Reykjavik y combinarlo con alguna excursión por los alrededores, que te llevará menos tiempo.
Para recorrer la Ring Road la carretera principal que rodea toda la isla, calcula unos 10 días. Si éste es tu plan, alquila un coche, por supuesto un 4x4 con seguro antigrava, porque aqui las carreteras no se parecen a las de tu país..El GPS también es una buena opción dado el lenguaje ininteligible y al aislamiento que te puedes encontrar.
Nuestra lista de imprescindibles:

1- Reykjavik con su vida nocturna, bares y restaurantes donde disfrutar de la magnífica cerveza y pescado o marisco islandés

2- Blue Lagoon, relajantes y cálidas aguas termales. Un buen final de viaje, camino del aeropuerto.

3- Triángulo dorado: Geysir, Gullfoss y Phinvellir. La historia unida a la naturaleza

Catarata Gullfoss
4-  Landmannalaugar, senderismo entre montañas de colores.

5- El sur: Parque nacional  Skaftafell y laguna glaciar de Jökulsarlon

Laguna Jökulsarlon

6- Fiordos del Este: Pasear por la deliciosa Seyðisfjörður y recorrer pueblos aislados, parapetados entre agua y montaña.

7- Lago Myvatn y parque nacional de Jökulsárgljúfur, simplemente alucinante..

Lago Myvtan

8- Akureyri, pequeña ciudad con encanto, donde contemplar el sol de medianoche y el puerto de Husavik para avistar ballenas
Husavik

9- Empacharse de animales: caballos, aves árticas como los simpáticos frailecillos, focas,ballenas..

10- Contemplar luces magnéticas como la aurora boreal o el sol de medianoche

11-Deleitarse con la comida islandesa. No hace falta que te des al hvar, tiburón podrido, pero sí al pescado y marisco fresco. La trucha ártica o el bacalao son deliciosos y el pan de centeno con mantequilla, inolvidable. El cordero es omnipresente y podrás probar algo más exótico como ballena o frailecillo.
Ah, los postres de herencia danesa están buenos, pero lo que no debes dejar de probar es el skyr (entre el yogur y el queso fresco).

Plato de cigala en Hofn

Por Merche. Las fotos by rotundum..


sábado, 27 de julio de 2013

Granada, pausada seducción

 Misteriosa, romántica y milenaria, pero también vital, dinámica y divertida. Granada es una ciudad adictiva a la que siempre querrás volver, perfecta para una escapada romántica o con amigos para disfrutar de su animada vida nocturna.
Para llegar, la autovía A-4 es una buena opción, se tarda escasas 4 horas desde Madrid ya que no tiene la suerte de contar con AVE.
Lo que no será un problema es el alojamiento, variado y de buena calidad. Un pequeño hotel en el centro (Casa Palacio López Daza o Párraga 7 son algunos ejemplos), en la Acera del Darro (Carmen del cobertizo) o en el mismo Albayzin (Casa Morisca) son buenas opciones.

La Alhambra desde el Generalife

Uno de los imprescindibles en Granada es visitar la Alhambra y el Generalife, una auténtica maravilla a los que dedicarás medio día. Hay mucho que ver: la alcazaba, el palacio de Carlos V o los Palacios Nazaríes. Recomendamos sacar las entradas con antelación y si tienes tarjeta de la Caixa y te puedes ahorrar recogerlas pues mejor todavía, porque para esto también hay cola. Hay varios tipos de entrada: diurna, nocturna, guiadas.. En la página http://www.alhambra-patronato.es viene muy bien explicado. Y por supuesto hay que rematar la visita con los jardines del Generalife, un prodigio de frescor y una auténtica delicia en primavera.

Calle del Albayzin
Las vistas del albayzin y el Sacromonte son magníficas, pero desde ambos colinas las de la alhambra son igual de soberbias. El Albayzin, con su dédalo de calles blancas es un placer para pasear y descubrir cármenes, plazas y rincones escondidos. El mejor remate es ver cómo cae el sol desde alguno de sus miradores, el de San Nicolás es el más famoso y por eso el más concurrido, pero hay otros. Justo al lado, tomar una cerveza en El huerto de Juan Ranas es un placer con mayúsculas y cuando ha caido la noche puedes ir a la plaza de San Miguel Bajo a cenar en algún restaurante como la Terraza de las tomasas (carril de san agustin)o el Mirador de Morayma (Pianista García Carrillo,2).

El huerto de Juan Rana

Desde el Albayzin, se puede bajar al centro por Calderería nueva, una calle llena de teterías, donde se puede tomar un té junto con dulces árabes que te transportarán a Africa. Pero no nos engañemos que al lado está la calle Elvira y el centro de la ciudad.

Plaza de la Catedral

La Capilla Real que alberga las tumbas de los Reyes Católicos y Juana la Loca y Felipe el hermoso, es otro de los sitios emblemáticos de la ciudad. Está situada al lado de la Catedral, otro monumento recomendable si tienes tiempo.
Cerca de ésta se despliegan puestos de especias, té y otras infusiones. En Medievo (Pasaje Diego Siloé), descubrimos el té con granada y el pimentón ahumado, totalmente adictivo..
En la esquina de la catedral donde se cruzan las calles Zacatín, Oficios y la plaza Bib-ramla, se sitúa la Alcaicería, el antiguo mercado de seda arrasado por un incendio en 1843, lleno de tiendas turísticas de nivel desigual, pero que conforman un sitio curioso donde fisgonear.

El centro de la ciudad nos depara sorpresas como el corral del carbón, ejemplo de arquitectura civil árabe, entre plazas arboladas y llenas de terrazas.  Los barrios de San Jerónimo y el Realejo son igualmente agradables y siempre es un placer recorrelos sin prisa para acercarse a la Universidad o degustar alguna de las tapas entre los bares que surgen.
Bodegas Castañeda

El tapeo en Granada es casi una religión y algo a lo que no hay que renunciar. Hay muchos sitios y todos de alto nivel. No te pierdas los clásicos como el vermouth de Bodegas Castañeda (Almireceros,1, al lado de la calle Elvira) o el rabo de toro de Los Manueles (Reyes Católicos,52) o prueba suerte en la conocida calle Navas (por ejemplo en Los Diamantes)
Para algo más chic, acércate La Hacienda Plaza (Plaza Nueva,3) o La Botillería (C/Varela, 10). Las opciones son tantas, que seguro que haces algún descubrimiento.
Interior de Hacienda Plaza

Y si quieres un postre, la heladería Los Italianos (Gran Vía de Colón,4) , tiene una merecida fama .El único problema será hacer cola, pero el sabor de la casatta o de la tarta de chocolate te harán olvidarla.
Lo que no se puede dejar pasar es tomar una Alhambra 1925 en una terraza del Paseo de los Tristes, la vista de la Alhambra iluminada de noche es una gozada. El paseo se llama oficialmente del Padre Manjón, pero se le conoce así, porque era el camino que seguían los muertos hacia el cementerio..

La Alhambra desde el Paseo de los tristes
Y como colofón, compra unos piononos en Casa Isla (Acera del Darro,62 y más sucursales), un recuerdo muy dulce de esta ciudad mágica.

Por Merche, con la ayuda de Virginia (mil gracias¡)


lunes, 27 de mayo de 2013

Paris, mon amour

 París resuena en nuestra memoria con imágenes vistas mil veces: La torre Effiel iluminada, los cafés bohemios, las torres de Notre Dame enmarcadas por el Sena.. A esta ciudad romántica, bohemia y chic hay que asomarse sin cautela, dispuestos a apurar todo lo que nos ofrece, que es mucho.

Quimera de notre Dame
Para llegar, en avión, salvo que el tiempo no sea un problema y la visita a la capital se incluya en un itinerario por Francia. El aeropuerto Beauvais donde llega Ryanair está bastante lejos (1hora y media en bus), así que por una vez recomendamos Easyjet o Vueling, que también tienen precios moderados y tanto Charles De Gaulle (CDG) como Paris Orly son aeropuertos más cercanos al centro y bien comunicados. El RER (su versión del cercanías) línea B parte de CDG cada 10-15 minutos llegando a muchos puntos de París y es una buena opción porque no dependes del tráfico. El billete son 9,50 €, para que nos vayamos acostumbrando a los precios de esta ciudad, otro mundo¡
Es cierto que el centro de París es completamente asequible para recorrerlo andando y es lo recomendable para no perderse un detalle, porque la ciudad está llena de rincones con encanto. También que las comunicaciones, tanto RER como metro, son intachables y funcionan a la perfección, pero aún así, nuestra recomendación es alojarse en el centro de la ciudad, en un hotel-boutique. Hay muchas opciones y están en perfecta consonancia con la ciudad, con glamour y caros, pero cómo resistirse?
Habitación del hotel Edgar
El hotel Edgar, en el distrito 2, en una pequeña plaza alejada del bullicio es una buena opción (31 Rue D´Alexandrie), con sus doce habitaciones decoradas de manera diferente y su personal, tan amable que la fama de estirados de los parisinos se derrite como un terrón de azúcar. Ha sido inagurado en marzo de 2013 por lo que aún huele a nuevo y los dueños hablan español, un puntazo.
Le Robinet d´Or al lado del canal St Martin y el hotel Original son otros alojamientos con encanto y si tu presupuesto es más ajustado un apartamento de alquiler es una buena opción (echa un ojo en airbnb.es o en only-apartments.es).
Aparte de tener una oferta de museos apabullante, París ofrece otros encantos y si es tu primera visita es preferible recorrer sus calles y palpar la vida urbana. Como imprescindibles a visitar:

 
1-La torre Effiel iluminada. Si vas al atardecer es un acierto, podrás ver la ciudad tanto de día como de noche. Hay que tener en cuenta que igual que la ciudad se llena de luces, la torre se llena de turistas. Muy recomendable adquirir los billetes con antelación (y mucha) en la página web: www.tour-eiffel.fr. así te evitas las colas. Los campos de Marte extendidos a sus pies yel Palais de Chaillot en Trocadero en la otra orilla, brindan buenas fotos.
Notre Dame









2- Recorrido por el corazón de París: Ilé de la cité con Notre-Dame incluyendo las torres y su galería de quimeras, la Saint Chapelle con sus fantásticas vidrieras, la plaza Dauphin, el Mercado de las flores para desintoxicarse de piedra y las vistas desde el Pont Neuf y el jardín público detrás de Notre-Dame para asombrarse con el ábside y los contrafuertes de la catedral.

Mercado de las flores en la place Lépine
Despúes se puede pasar a la Île St Louis, recorrer la calle principal St Louis en Île y disfrutar de un helado en Berthillon, toda una institución para los parisinos.

3- Palais du Louvre. Acceder al museo es un lujo, pero necesitarás al menos un día entero y a nosotras nos gusta más el pateo. Lo que sí es imprescindible es la vista del palacio con la pirámide de cristal, pasar por el arco de triunfo del jardín du Carrousel para enlazar con otro jardín, el de las Tullerías, plagado de esculturas.
Estanque en el jardín de las Tullerías

El Palais Royal en la Rue Montpensier comunica con la paralela Rue Richelieu por diferentes passages couverts (galerías cubiertas) con tiendas tradicionales y cafeterías que son toda una delicia y una buena alternativa si llueve. Y al lado la rue du Fabourg St Honoré y el Triangle d´Or (Av Montaigne y av George V) con lo más granado de la alta costura.


Sacré- Coeur


Un descanso en Chez Plumeau, Montmartre



















4- Montmartre y Sacré-Coeur. La ascensión hasta la iglesia proporciona bonitas vistas y la Place du Tertre y las calles adyacentes conforman un dédalo lleno de colorido. Sólo una pega, demasiados turistas.. En la bajada, atravesaremos Pigalle con sus cabarets míticos como Moulin Rouge y espectáculos eróticos. Por cierto aquí está el Museo del Erotismo..

5- La orilla izquierda: St Germain y el barrio latino. El corazón intelectual de la ciudad tiene preciosos boulevards, cafés históricos como La Palette o Les Deux Magots, librerías fantásticas (Shakeaspeare&Company ,33 rue de la Bûcherie) y mucha animación. A su lado la Sorbona y el Panteón nos conectan con la rue Mouffetard, preciosa calle comercial , y con la place Contrescarpe donde hacer un alto en una de sus terrazas. Los jardines de Luxemburgo son el contrapunto ideal al bullicio: el Palacio de María de Médicis, fuentes, esculturas y mucho verde lo convierten en un lugar ideal para un picnic (los parisinos se aprovisionan en Le Grand Épicerie de Le Bon Marché, 22 Rue de Sévres).
Ya en Montparnasse, la altísima torre nos brinda unas vistas para algunos mejores que las de la Torre Effiel. La  rue Odessa es el reino de las creperias bretonas, Luis nos chivó que en Manoir Breton las galettes saladas y las crepes acompañadas de sidra están buenísimas y damos fe.

6- Marais y Bastilla: Los hôtels renancentistas del Marais hacen que este barrio tenga un encanto especial. Desde el hôtel Lamoignon al Carnavalet o al hôtel Sully, el Marais es la cara de un París más reposado y rabiosamente a la moda. No hay más que ver sus tiendas y boutiques, que por cierto abren en domingo, herencia de la comunidad judía que sigue palpitando en la rue des Rosiers. Se puede empezar en la explanada del hôtel de Ville y buscar rue de Vielle du Temple y la simétrica Place des Vosges entre las callejuelas de trazado medieval antes de adentrarnos en St Paul llena de anticuarios. Luego retomar rue Rivoli para llegar a la animación y jovialidad de la Bastilla. Nos encanta Au Petit Fer à Cheval (Rue de Vielle du Temple)  para hacer un descanso, las múltiples tiendas kosher en rue des Rosiers (para tomar un falafel: L´As de Felafel o Sacha Finkelsztajn con dulces típicos) y la curiosa tienda de ultramarinos Izrael (Rue Francois Miron).
Izrael
Interior de Angelina

7- El París mítico con Opera y la plaza de la Madeleine son también paradas inexcusables. Hay que asomarse a ver la fabulosa cúpula de galerías Lafayette y rodear la plaza Vendome con sus lujosos comercios inalcanzables a nuestros bolsillos. La plaza de la Concordia con su megalito egipcio y el puente Alejandro III son otras de las joyas que va desgranando la ciudad hasta llegar a la explanada de los Inválidos con su cúpula resplandeciente y la tumba de Napoleón.
Aquí se encuentran las mejores marcas, pero nos conformaremos que no es poco, con el chocolate de Angelina, Fauchon y sus delicatessen o Ladureé con los macarons más finos de la ciudad.
Chocolatería Patrick Roger en Place Madeleine




Como alternativa a las brasseries, los restaurantes de ramen en rue Sainte Anne, al lado del lujo la versión japonesa de sopa y tallarines es una opción diferente y barata. Probad por ejemplo Sapporo en el nº37 y rematad con un petit éclair de matcha (té verde) en la boulangerie Aki en el nº 16 de la misma calle.




8- Los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo. Lleno de vida , el paseo por los Campos Elíseos es ineludible y el Arco del Triunfo en un extremo apabulla. Las tiendas de lujo aquí son una atracción más con edificios llamativos donde conjugar moda y arquitectura.


9- Una nota gastronómica, mercados callejeros:
El más turístico en la rue Mouffetard, pero hay otras opciones como el de la Bastille y  el mercado de Rue Montorgueil, cerca del Centro Pompidou. Este último está lleno de tiendas que conquistan la vista: la delicada y carísima pastelería Stohrer, fromageries donde nos descubrimos indecisos (hay más de quinientas variedades de queso en Francia) o boulangeries como Eric Kayser donde el olfato enloquece  (nos declaramos fans del pan de multicereales, el brioche de chocolate blanco y por supuesto sus croissants¡¡). Para tomar un café o cenar es muy recomendable Au Rocher de Cancale con tablas de embutidos y quesos y un tartar de atún buenísimo..
Puestos en Rue Montorgueil
Au Rocher de Cancale
10- Dejar algo pendiente: el Viaduct des Arts con su paseo verde Promenade Plantée, descubrir los museos,  la zona del Canal de St Martin, Versalles...Es la mejor excusa para volver..

P.S: Mil gracias a Karol por descubrirnos la happy hour y ejercer de guía y de taxista¡¡
Por Merche